La PROCRASTINACIÓN, no es un problema de gestión de tiempo… Es un problema de GESTIÓN EMOCIONAL
La procrastinación es un problema que va más allá de postergar voluntariamente tareas pendientes…
La Procrastinación no es flojera, ni desidia, ni un problema de carácter. La procrastinación es una forma de enfrentar los estados de ánimo negativos, tales como: el aburrimiento, la frustración, la inseguridad, etc., mismos que son provocados ante la realización de ciertas tareas.
Para Tim Pychyl, profesor de Psicología de la Universidad de Carleton, en Ottawa, Canada, la procrastinación es un problema de regulación emocional, no un problema de gestión de tiempo.
Dicho de otra forma, la procrastinación representa una manera de anteponer la gestión inmediata de los estados de ánimo negativos que son provocados ante la realización de tareas pendientes, por encima de los objetivos y acciones planeadas a mediano y largo plazo (tareas pendientes).
La aversión de la realización de la tarea, es inherente a la tarea asignada, ya sea porque dicha tarea representa ser poco placentera, como por ejemplo, arreglar o revisar las cosas de un familiar que acaba de fallecer, arreglar los cajones de la ropa, o llenar una aburrida hoja de cálculo con datos para el jefe.
Sin embargo, lo que realmente provoca que la procrastinación sea un problema, es el alivio inmediato que sentimos ante la postergación de la tarea, esto es lo que la convierte en un círculo vicioso en el cual caemos. Visto desde la perspectiva del Conductismo obtenemos una recompensa inmediata al procrastinar «alivio» y dicha recompensa es la que provoca el querer procrastinar de nueva cuenta, lo que puede llevar a convertirlo de manera fácil en un hábito recurrente y el cuál no es sencillo romper.
Pero… ¿Cómo empezar a solucionar el problema de la Procrastinación?
Para empezar a dejar atrás el problema de la Procrastinación es importante darse cuenta que esa característica implica otros rasgos de carácter que muy probablemente también nos afectan los cuáles son:
- La búsqueda del perfeccionismo, excelencia o la alta exigencia hacia nosotros mismos, provoca sentimientos de incompetencia, mismos que muchas veces animan a la evitación de la tarea tanto en lo académico, como en lo laboral. El darnos cuenta que la perfección es algo que no existe, y que el error es algo inherente al ser humano nos ayuda a llevar a cabo las tareas sin que necesariamente busquemos la perfección en ellas.
- Ser conscientes de nuestras propias limitaciones. El educar o vivir bajo un esquema del «Todo lo puedes» suena muy bonito, pero es una falacia. Es importante conocer y asumir nuestras propias limitaciones, eso hará que vivamos con menor frustración las tareas que nos cuestan trabajo.
- Aceptarse a uno mismo, con nuestras propias virtudes y defectos y aprender a priorizar eso, por encima de buscar la aceptación de los demás.
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Clasificar sentimientos de saturación: Es decir, aprender la diferencia entre lo importante y lo urgente.
Fuentes: The New York Times.
https://www.nytimes.com/es/2019/03/26/espanol/como-evitar-la-procrastinacion.html